Biografía de José Joaquín Fernández de Lizardi
José Joaquín Fernández de Lizardi, conocido también como "El Pensador Mexicano", es considerado uno de los grandes escritores de la literatura mexicana y el padre de la novela mexicana. Nació el 15 de noviembre de 1776 en la Ciudad de México, en una época en la que México estaba bajo el dominio español.
Infancia y juventud
Fernández de Lizardi provenía de una familia criolla de clase media. Su padre, Juan José Fernández, era abogado, mientras que su madre, María Josefa Fernández León, provenía de una familia acomodada. Durante su infancia, Fernández de Lizardi recibió una educación sólida en literatura, filosofía y teología.
En 1790, a los 14 años, ingresó al Seminario Conciliar de México con la intención de convertirse en sacerdote. Sin embargo, su estancia en el seminario no fue exitosa debido a su espíritu libre e inquieto, y abandonó la carrera eclesiástica en 1795.
Carrera periodística y literaria
Después de dejar el seminario, Fernández de Lizardi comenzó a trabajar como corrector de pruebas y colaborador para varias publicaciones periódicas. También incursionó en el ámbito del periodismo, escribiendo artículos y ensayos que reflejaban su perspectiva crítica sobre la sociedad y el gobierno de la época.
En 1812, fundó su propio periódico, "El Pensador Mexicano", el cual se convirtió en uno de los más influyentes de la época. A través de su periódico, Fernández de Lizardi abordó temas políticos, sociales y culturales, defendiendo la independencia de México y criticando los abusos del gobierno español y la iglesia.
En 1816, publicó su obra más conocida, "El Periquillo Sarniento", considerada la primera novela moderna de América Latina. Esta obra, escrita en forma epistolar, narra la vida y las aventuras de Pedro Sarmiento, un joven mestizo de clase baja en la Ciudad de México. A través de la historia de Periquillo, Fernández de Lizardi critica la corrupción de la sociedad y aborda temas como la educación, la moral y la justicia.
Exilio y regreso a México
Debido a sus ideas políticas y su activismo a favor de la independencia de México, Fernández de Lizardi se vio obligado a exiliarse en varias ocasiones. Durante su primer exilio en 1811, vivió en Estados Unidos y Cuba, donde continuó escribiendo y publicando sus obras.
En 1820, con la promulgación de la Constitución de Cádiz, Fernández de Lizardi regresó a México y continuó su labor periodística y literaria. Sin embargo, su periódico fue nuevamente clausurado en 1822 y él fue encarcelado brevemente por sus críticas al gobierno imperial de Agustín de Iturbide.
Legado y muerte
A pesar de los constantes obstáculos y dificultades que enfrentó a lo largo de su vida, José Joaquín Fernández de Lizardi dejó un legado importante en la literatura mexicana. Sus obras no solo representan una crítica mordaz a las injusticias sociales y políticas de su tiempo, sino que también reflejan la mentalidad y los problemas de la sociedad mexicana de principios del siglo XIX.
Fernández de Lizardi falleció el 2 de junio de 1827 en la Ciudad de México, dejando detrás un legado literario y periodístico que lo convirtió en una figura destacada en la historia cultural de México. Su estilo satírico y su enfoque realista sentaron las bases para el desarrollo de la novela en México y su influencia se puede ver en muchos escritores mexicanos posteriores.
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