Biografía de San Bernardo de Claraval

San Bernardo de Claraval, conocido como San Bernardo, fue un importante monje cisterciense, teólogo y místico del siglo XII. Nació en el año 1090 en Fontaine-lès-Dijon, un pequeño pueblo en la actual Francia. Es reconocido por ser uno de los más influyentes reformadores de la vida monástica y por su papel crucial en la difusión del monasticismo cisterciense.

Primeros Años

Infancia y Educación

San Bernardo nació en una familia noble, siendo el tercero de siete hijos. Su padre, el noble llamado Tescelin, era un hombre devoto que influyó profundamente en la formación espiritual de sus hijos. Desde joven, Bernardo mostró inclinaciones hacia la vida religiosa, aunque inicialmente se dedicó a los estudios y a la vida secular.

A los 20 años, Bernardo decidió ingresar a la abadía de Cister, un monasterio fundado en 1098 que seguía la Regla de San Benito. Su decisión de convertirse en monje fue influenciada por una profunda crisis espiritual, que lo llevó a buscar una vida de mayor dedicación a Dios.

Vida Monástica

En 1113, Bernardo ingresó a la abadía de Cister junto a un grupo de amigos, convirtiéndose rápidamente en un modelo de vida monástica. Su dedicación y fervor espiritual le valieron el reconocimiento de sus superiores, y pronto fue elegido para fundar un nuevo monasterio en Claraval, en 1115. Este monasterio se convertiría en el centro de su vida y de su obra.

Fundador de la Abadía de Claraval

Expansión del Cistercianismo

Bajo el liderazgo de Bernardo, la abadía de Claraval se convirtió en un importante centro de espiritualidad y reforma monástica. Fundó más de 60 monasterios en Europa, estableciendo la influencia cisterciense en regiones como Francia, Italia y Alemania. Su enfoque en la vida austera y la contemplación atrajo a muchos seguidores, y su monasterio se convirtió en un modelo para otras comunidades monásticas.

Teología y Escritos

Bernardo fue también un prolífico escritor y teólogo. Sus obras más destacadas incluyen "Los Sermones sobre el Cantar de los Cantares", donde explora la relación entre el alma y Dios, y "Sobre la Consideración", un tratado dirigido al Papa Eugenio III, en el que aboga por la vida monástica y la contemplación. Su estilo literario es conocido por su profundidad espiritual y su poética.

San Bernardo y la Iglesia

Papel en la Iglesia

Bernardo desempeñó un papel crucial en la política eclesiástica de su tiempo. Fue un defensor de la reforma de la Iglesia y se opuso a la corrupción dentro del clero. En 1128, participó en el Concilio de Troyes, donde se reafirmó la regla cisterciense y se abordaron cuestiones de disciplina eclesiástica.

Cruzadas

Además de su labor monástica, Bernardo fue un ferviente defensor de las Cruzadas, promoviendo la Segunda Cruzada en 1145 a través de su famoso sermón en Vezelay. Su llamado a la cruzada inspiró a muchos a unirse a la causa, aunque la expedición resultó en un fracaso militar.

Últimos Años y Canonización

Vida en Claraval

En sus últimos años, Bernardo continuó trabajando en su monasterio, dedicándose a la oración y la enseñanza. A pesar de su creciente fama, mantuvo un estilo de vida humilde y austero. En 1153, a la edad de 63 años, falleció en Claraval, donde fue enterrado.

Canonización

Bernardo fue canonizado por el Papa Alejandro III en 1174, y su festividad se celebra el 20 de agosto. Es considerado el patrón de los cistercienses y su legado perdura en la espiritualidad cristiana.

Curiosidades Interesantes

• San Bernardo es conocido por su devoción a la Virgen María y es considerado uno de los más grandes mariólogos de la historia de la Iglesia.
• Su figura ha sido representada en numerosas obras de arte, y es a menudo representado con un lirio, símbolo de pureza.
• La influencia de San Bernardo se extiende más allá de la religión; sus escritos han sido estudiados en el ámbito de la literatura y la filosofía.
• En la Edad Media, fue común que la gente invocara su intercesión en momentos de crisis y necesidad.
• Su vida y obra han inspirado movimientos y reformas dentro de la Iglesia Católica, así como la creación de nuevas comunidades monásticas.